THE NOT WORKING, PREGUNTAR PARA APRENDER

Dicen los profesores que hay dos maneras de aprender:

  • El estudio pasivo, que es cuando memorizas la lista de reyes godos que solo usarás para bautizar a un perro 20 años más tarde.
  • Y el estudio activo, que es cuando te involucras en el proceso de aprendizaje trabajando en grupo y por proyectos.

Y Lola y yo somos de estudio activo. 

Ante todas las cosas, tenemos preguntas. En esta sociedad hiperperfecta en el que todos y todas debemos estar, y ser, superseguros 24/7 tener preguntas es revolucionario.

Hacerlas, además, es una osadía. 

La idea de la serie de eventos está clara: invitar a gente que sabe más que nosotras de algo y coserles a preguntas, pero no la típica pregunta sobre cuánto facturaste o lo guapo que eres, para eso ya hay otros eventos, queremos aprender de ti y de tu gestión.  

También pensamos que ahí fuera hay más gente con dudas, por eso el formato tiene mucho rato de micro abierto para que cualquier asistente pueda hacer la pregunta que quiera al ponente del día. 

El reto para nosotras es mayúsculo, porque necesitamos que vengan a visitarnos directivos TOP y que tengan ganas de compartir sentires y no solo a hablar de su libro. Personas que no necesiten presentación, que sean un 10 en sí mismas y cuyas marcas conozcamos todos.

El objetivo es ayudar a directivos y emprendedores a enfrentarse a la realidad de sus empresas y agenda. Por eso vamos a buscar diferentes enfoques para ser útiles a la comunidad. Tenemos dudas sobre cómo crecer, tenemos miedo a estancarnos, preguntas sobre gestión empresarial, sobre cómo enfrentarnos a los despidos, qué hacer si alguien nos falla, cómo diversificarnos… 

También tenemos una lista de posibles ponentes que es muy top, a los que vamos a “atacar” con ilusión y ganas, porque esta serie de eventos es por y para ti, emprendedor, emprendedora, que trabajas todos los días en tu empresa (o empresa ajena) con espíritu de mejora constante. 

BIenvenidos a the not working. 

Luis Díaz del Dedo: de marca a metodología 

Para los que no lo sabéis, soy Patricia Ramos y soy periodista. Durante muchos años trabajé en varios medios de comunicación criticando cine y música. He visto más conciertos de los que puedes imaginar y conocido a un buen puñado de actores famosos. Dos veces me ha pasado que el  folio se mantenía testarudamente en blanco: con Robert De Niro y con Luis Díaz del Dedo. No por ausencia de ideas, si no por lo contrario. 

¿Qué le preguntas a una persona a la que admiras desde hace años?

Cuando uno viene a promocionar una peli se pasa el día hablando de lo mismo: de qué va la historia, qué tal fue el rodaje, cómo fue su relación con el director, algún rasgo de su personaje, blablabla del bueno. Yo pensé (taco), tienes una única oportunidad de preguntarle algo al (taco) Robert De Niro, haz la pregunta que siempre has querido, así que le pregunté que cómo se sobrevive a la inmortalidad. Porque el (taco) Robert De Niro se ha hecho El Padrino, Taxi Driver, Una historia del Bronx y todo cinéfilo tiene mínimo tres frases suyas tatuadas en la memoria. Es inmortal. Tú lo sabes, él lo sabe. ¿Cómo se sobrevive? 

Pasa un poco lo mismo con Luis. Product Hackers fue una agencia de marketing. Con el tiempo, y el esfuerzo de su equipo, se convirtieron en marca. Una marca que vende libros, podcast, webinars y hasta formaciones. Una marca admirada y reconocida con la que todos queremos trabajar, pero lo que han hecho para trascender es aún más importante: crear una metodología. Tener la ocasión de reflexionar sobre este viaje con su CEO es una oportunidad que impone. Además, hablamos de talento, de fracaso, de iniciativa, pero también de estrategias de pricing, de crecer, de formar. 

Y sí, hubo respuestas que nos ayudaron a entender contexto, a cambiar formas de pensar y a enfrentarnos al fracaso de otra manera. Os dejo con una de sus frases estrella: “Hay que hacer cosas y saber que vas a fallar en el 80%, pero no importa porque vas a analizarlas y aprender de ello.” 

Para los que no estuvistéis os dejo el truco más importante que nos dio: dad feedback. Sin anestesia, pero sincero, a todos los miembros del equipo sobre lo que hacen y cómo lo hacen, para que puedan mejorar. 

Borja CEMBRERO: de empresita a oh, cariño, cotizo en los U-ESE-A 

Cuando empezamos a trabajar en la idea del evento y en el título “De empresita a empresota” yo no paraba de pensar en Borja Cembrero. La historia me parece curiosa: un tío que colecciona camisetas de basket se pica porque no siempre acierta con su talla. Luego emigra a Australia y curra en Zara, donde se da cuenta de que la cola de devoluciones es más larga que la de compras: identifica el pain y se viene a trabajar para lanzar al mercado el mejor recomendador de tallas.

Siempre pensé que Borja era un innovador y resulta que es un filósofo.  A menudo nos preguntamos por el pain

¿Cuál es el pain del ecommerce? Que la gente a menudo tiene que cambiar la ropa porque no ha acertado con su talla 

¿Cómo lo solucionamos? Creando un recomendador que no solo tenga en cuenta las medidas de pecho, cintura y cadera, si no también otras variables como la morfología del cuerpo. 

El punto filosófico llega con la realización de que eso no es suficiente. La pregunta que cambió su manera de ver su empresa fue “por qué no se ha solucionado ya el problema de las tallas”. Y ahí es donde encontramos respuestas curiosas: ¿es que no es un pain?, ¿es que no importa el desperdicio de recursos?, ¿es que no se puede?…

Pensar en los porqués les llevó a desarrollar una serie de productos para ayudar a la marca en todo el proceso, desde el patronaje a ver la prenda real en los cuerpos de sus usuarios y usuarias. Pensar en los porqués es lo que hace que estén en constante evolución y que no se conformen con haber creado una solución para una parte del problema. “Siempre, aunque te parezca que la has clavado, tienes que pensar que tu yo de dentro de cinco años tiene que pensar que eras un inocente. No las has clavado, estás en el comienzo de algo”. 

Víctor Juárez: el triunfo del hombre (no tan) común

Víctor tiene un poder que pocos CEOs tienen: hacer que la gente se calle. Craftelier es un caso de estudio en sí mismo porque es el viaje de una tienda de arte de León que, de pronto, es una de las grandes de Europa, pero va mucho más allá de eso: va del poder de ser escuchado. 

Sin ego, sin a penas ruido, Victor nos enseña que el triunfo del hombre común es posible: con tesón, con arrojo y aceptando el dolor como parte del proceso de crecimiento de los huesos. Cuando habla del proceso de crecimiento de su empresa no cae, como otros tantos CEOs, en la vanidad del duplicar o triplicar equipo o facturación, centra el esfuerzo en explicar los procesos que llevan a la toma de decisiones. Habla del ego, del dolor, de la pérdida, de ser justo con los trabajadores. 

Craftelier nace en una tienda física, lo peta en versión online, se pone a pelear codo a codo con Amazon y, sin dejarlo de lado, vuelve a abrir en físico. Esta vez en una megatienda experiencial en Madrid. Me cuesta quedarme con algunas de sus reflexiones, pero quiero destacar, al menos, esta: 

“Las personas que te acompañan cuando pasas de cero a uno pueden no ser las correctas después”. Y es doloroso, obvio, cuando tienes que decirle a alguien que se ha peleado tanto contigo que no es necesario en esta segunda fase, pero toca y es lo que hay.“

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